1 de Mayo

Hoy quiero hacer un artículo diferente, un poco más de conciencia social que de temas de magia, aunque hoy también va muy unido.

Hoy es el día de las/os trabajadoras/es. Un día para pedir por los derechos sobre el trabajo, y mejorar las condiciones laborales. Y sobre eso hoy quería hacer un inciso.

Se tiende a pensar que por ser temas de magia, no deberíamos de cobrar. Que echar el tarot no es un trabajo. Pero no es así, es un trabajo como otro cualquiera. Nosotras, las tarotistas, también tenemos familia a nuestro cargo, tenemos facturas que pagar como cualquiera, y tenemos que comer. Hemos tenido que estudiar mucho para poder hacer nuestro trabajo, como cualquier otro. Y aunque nos guste ayudar a la gente, y regalamos mucho más que en cualquier otro trabajo (con tiradas, información, etc), eso no significa que nuestro tiempo no valga igual que el tiempo de cualquier otra persona.

Es un trabajo vocacional, de ayudar a la gente, pero eso no significa que no hayamos peleado muy duro para poder llegar a este nivel para poder trabajar (aunque siempre estamos en constante aprendizaje), o que no tengamos otras cosas que hacer.

Me veo obligada a hacer este artículo, para pedir que se valore mi tiempo, y el de el resto de mis compañeras y compañeros de la profesión. Que se valoren los conocimientos, y sobre todo, el trabajo y labor.

Que regalemos cosas, porque nos gusta ayudar, no significa que todo nuestro trabajo sea gratuito. Muchos de nosotros tenemos tarifas realmente bajas, para poder acceder a más gente. Al principio de hecho yo pedía la voluntad, y la voluntad de mucha gente era que trabajase gratis. Ni un euro, ni un peso. Hasta que decidí empezar a poner una tarifa fija, y ahora mucha gente ya confía en mí y valora mi trabajo. Pero aun así hay mucha otra que no, y que exige tiradas gratuitas personales, y si no se enfada, y eso no me parece bien.

He podido saber de compañeras y compañeros que han tenido que dejar de trabajar en esto por el desgaste que supone el simple hecho de que no valoren tu tiempo y tu trabajo. Y eso no me parece nada bien.

Te pido hoy, en este día oficial de las trabajadoras y los trabajadores, que te pongas en mi lugar, y en el de mis compañeras/os de profesión. Que pienses que igual que tu cobras por tu trabajo, nosotras/os también. Que comes y pagas facturas, igual que nosotras/os. Y que estamos encantadas de ayudarte y a un precio muy razonable, pero el trabajo no es gratis, aunque regalemos bastante.

Hay que tener más empatía, ponerse en el lugar de la otra persona, y valorar su trabajo y esfuerzo, el sacrificio que hay detrás.

Valora a las/os demás, como te gustaría que te valorasen a ti.

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